martes, 4 de noviembre de 2008

The secret life of words

Claudia estaba demasiado sensitiva. En realidad era un rasgo que, aún no se si afortunada o desafortunadamente, la acompañaba bastante a menudo. Pero en ese momento, se acrecentaba en intensidad. Lo había llevado bien en los últimos días, pero debido a esa jodida manía suya de darle al rewind releía algunas cosas y escuchaba algunos temas que en su día la hicieron navegar por el mar de los sueños. Y es que no se entera de que el pasado hay que dejarlo estar. Que para melancolía la que se vive en cada instante y la que aún está por venir. La jodida manía de revolcarse en el estercolero de los sentimientos. La cuestión es que se encontraba navegando de nuevo, montada en su barco de ilusiones. En ese momento resistir era el verbo que se convertía en su peor enemigo. Y nunca se ha caracterizado por oponer resistencia a los deseos. Dejarse llevar suena demasiado bien, se repetía.

El se encontraba al alcance de su mano, tan solo bastaba con apretar ciertas letras en determinado orden y esperar una respuesta. Claudia necesitaba la dosis suficiente de calor que eliminase la ola de frio que azotaba su alma. Hubo respuesta. Lo que encontró alivió, no curó. Ella necesitaba eso. También necesitaba algo más. Pensaba que si las historias no son más que ilusiones, sería tan fácil ganarle a la evidencia…

Tres horas después una parte de ella se quedó calmada, reconfortada, otra se lo reprochaba.

Quizás debería aniquilar a su conciencia, esa que le enseña de forma tan tajante como es la realidad de las cosas, esa que le esclarece determinados asuntos aportando tanta luz que resulta imposible dejar espacio libre para la duda. Esa que le despierta a patadas. O quizás debiera otorgarle un lugar más privilegiado, como guardiana preventiva de agonías.

Se me olvidó decirle a tu boca, no te vayas.

3 comentarios:

Southmac dijo...

Claudia estaba sumida en un mar de dudas...

Belen dijo...

Hola Southmac, no creas, pienso que tenía las cosas mas claras de lo que le gustaría tenerlas...

Southmac dijo...

Eso también pasa a veces, sí...